TANGO AMARGO
Ricardo Luis Santos
Buenos Aires
Setiembre 2014

Estas líneas fueron escritas como homenaje a mi familia desaparecida y a todos aquellos que por su
credo, nacionalidad, pertenencia, etnia, sexualidad, condiciones físicas y mentales o por su oposición política a un régimen de terror fueron aniquilados y sus cenizas yacen en el campo de Osvientcim.

TANGO AMARGO
POEMA
Se escriben estas notas con cierta prevención emocional pues si bien el tema integrador de
las mismas es el tango, la razón y la necesidad de hacerlo ha sido sin duda el espanto.
El tango en tanto expresión musical y danza se puede interpretar como una forma de
poesía, la cual habitualmente es independiente y no está relacionada con las letras o
parlamentos de los mismos, muchas veces de naturaleza excesivamente melodramática y
no siempre representativa de las vivencias y emociones de los tiempos actuales; por el
contrario, las viejas melodías de los tangos que hoy bailamos no perdieron el encanto de
los tiempos pasados y nos remiten a ellos y a la memoria de nuestra infancia.
Este tango de siempre puede ser alegre, triste, nostálgico, irónico, sensual, pero nunca
doloroso o angustiante. La angustia y el espanto no residen en el tango, están en nosotros
y son llamados en ocasiones a existir. Tanto la danza como la poesía pueden asociarse con
la angustia, solo hay que estar dispuesto a permitir que la misma sea develada. Puede existir
ese develar del espanto en el tango? Hasta ahora pensaba que no, sin embargo
determinados acontecimientos o causalidades llevan al encuentro de la develación del
dolor y la angustia que no pensaba encontrar en el mismo.
La vieja milonga del barrio de Saavedra es todo lo opuesto a una vivencia emocionalmente
negativa o traumática. Cuando se llega a ella en una noche cálida de primavera, frente a la
plaza, sintiendo la brisa cargada de fragancias de los malvones y azahares, con la luz tenue
que proyecta el viejo club sobre la vereda, uno se siente transportado a tiempos pasados,
tiempos de barrio y de niñez. La música que llega hasta la entrada, amortecida, predispone
y anticipa el goce ya cercano. Milonga de viejos, aunque no todos lo sean, pero todos por
igual dispuestos a oficiar el ritual del baile que convoca recuerdos, nostalgias y devuelve
aquella juventud.
Los códigos son claros, cada tango que se baila es una emoción compartida, no se habla
durante la danza, solo se siente la música, se baila “al piso”, con poco adorno, el varón con
el abrazo conduce y percibe a su pareja en ese lenguaje que se expresa en el movimiento.
Diversos tangos, diferentes estilos de baile, diversas formas de vivir ese goce. Troilo, Canaro,
D’Arienzo, Pugliese. Cada uno tiene sus tangos preferidos, los baila, los disfruta y los climax
se suceden.
Hay momentos preciosos; hay tangos que tienen algo a lo que nadie puede sustraerse,
tangos que provocan una enorme tensión que necesita expresarse en el baile, tangos
mágicos que obligan a todos a bailar, uno de ellos es “Poema”.
“Poema” es un tango especial, con una cadencia lenta, nostálgica, que evoca tiempos
maravillosos, si el tango es poesía en movimiento éste es un ejemplo absoluto de ello. Este
tango es ternura; cuando se baila el abrazo pierde tensión y se vuelve caricia, el paso es
caminado, la pausa es frecuente. Hasta la letra, que nadie escucha, se percibe como un
arrullo que envuelve a la pareja. Es el tango que al bailar todos desean que fuese eterno.

Con la orquesta de Francisco Canaro y cantado por Roberto Maida en 1935 la letra dice:

“Fue un ensueño de dulce amor, horas de dicha y de querer,
fue el poema de ayer, que yo soñé de dorado color,
vanas quimeras que el corazón no logrará descifrar jamás.
¡Nido tan fugaz, fue un sueño de amor, de adoración!”..
“Cuando las flores de tu rosal, vuelvan mas bellas a florecer,
recordarás mi querer y has de saber todo mi intenso mal…”
“De aquel poema embriagador, ya nada queda entre los dos.
Con mi triste adiós, sentirás la emoción de mi dolor!”

La música del tango “Poema” fue compuesta por Eduardo Bianco en el año 1935.

 

 

                                                                        PLEGARIA
Eduardo Bianco nace en Rosario en 1892 y estudia violín con la esperanza de sus padres
puesta en la música clásica. Sin embargo, Bianco viene a Buenos Aires para buscar suerte
en alguna orquesta de tango, pero este proyecto no se concreta. Viaja entonces en 1924 a
Europa actuando en formaciones de tango ya existentes. Decide en poco tiempo formar su
propia orquesta junto con Juan Deambroggio (Bachicha), bandoneonista que actuaba hasta
ese momento en Marsella. La orquesta debuta exitosamente en 1925, inaugurando en París
el Cabaret Palermo en Pigalle; estaba integrada por Horacio Petorussi, Victor Lomuto, Juan
Pecci y diversos vocalistas, además de otros intérpretes no argentinos. Su éxito local queda
asegurado con ese estilo preferido por el público europeo; es la época de auge del cabaret
parisino y berlinés, y el tango argentino posee la mística, la sensualidad, la alegría y la
tristeza que representan a esa época especial de posguerra.
La orquesta realiza giras extensas que incluyen los países europeos, los Estados Unidos, el
norte de Africa, la Unión Soviética. Bianco se enorgullece de haber tocado para los más
importantes y destacados de entonces. Durante la gira de 5 meses por la URSS que realiza
la orquesta en 1935, Bianco es escuchado por el mismo Stalin, quien lo invita a cenar a su
datcha. Durante esta gira compone junto con Mario Malfi la letra y la música del tango
“Poema”.
En 1936, durante su gira musical por Alemania, Bianco demuestra públicamente su afinidad
con la ideología nacionalsocialista del Tercer Reich. Ya había dedicado su tango “Evocación”
a Benito Mussolini y lo haría nuevamente con el tango “Destino”. Cadícamo se ocupaba de
prevenir a los músicos recién llegados a Europa que se cuidaran de hablar delante de Bianco
porque decía que era informante de la Gestapo. Es posible que haya denunciado a músicos
disidentes o a izquierdistas alemanes.
A una de las actuaciones de la orquesta en Berlín asiste Goebbels con su mujer Magda,
quienes quedan maravillados con la interpretación de la orquesta de Bianco. Goebbels
propone una actuación de la orquesta para la plana mayor del gobierno, incluido el mismo
Führer; consideraban ellos entonces que a diferencia del jazz, música decadente y prohibida
por el nazismo, el tango carecía de influencias degeneradas negras y judías.
La actuación se concreta durante un asado al estilo argentino que organiza el embajador
Eduardo Labougle en la residencia de la embajada y al que concurre casi todo el gobierno
nacionalsocialista e incluyendo a Hitler. Los tres corderos cocinados al asador son hechos
con muy buena voluntad y reconocimiento ideológico por el bandoneonista Pecci. Ante su
requerimiento se le explica al Führer que el asado argentino no se cocina sobre el fuego,
sino con el calor de las brasas.
La actuación de la orquesta, y principalmente la interpretación del tango “Plegaria”, fue
extremadamente apreciada por Hitler, tanto que al final de la reunión le solicita al músico
la partitura para ser distribuida a las orquestas y bandas musicales de las unidades militares
de Alemania, cambiándole la letra original por otra germanizada. El tango “Plegaria” había
sido compuesto en 1929 por el mismo Bianco y dedicado entonces al derrocado Alfonso XIII
de España.

Poco antes del fin de la guerra Bianco sale de Alemania con cierta dificultad y regresa a la
Argentina. En Buenos Aires sufre el rechazo del medio musical local por sus antecedentes
ideológicos; debe competir también sin éxito con otras orquestas de gran porte y sufre la
falta de aceptación por parte del público argentino de un estilo europeo que no es
representativo.
Bianco muere en el Hospital Tornú en 1959 por complicaciones respiratorias de su asma
crónico.
El tango “Plegaria” adquirió el triste honor de ser el favorito de Hitler e interpretado en toda
ocasión tanto por las bandas del ejército alemán como por las orquestas de prisioneros de
los campos de concentración en los peores momentos del Holocausto.
Plegaria pronto iba a ser conocido como el “Tango de la Muerte”.

Plegaria – Osvaldo Fresedo – Ricardo Ruiz

TANGOUL MORTII
La relación del filósofo alemán Martin Heidegger con el nazismo fue siempre conocida. Su
adhesión y afiliación al partido nacional-socialista en 1933, su nombramiento como rector
de la Universidad de Friburgo por las autoridades nazis, los discursos de neto carácter
político pronunciados durante su permanencia en el rectorado, su afiliación al partido hasta
el fin de la guerra y la ausencia de una explicación o comentario sobre este tema hasta su
muerte no dejan dudas al respecto. Si esta relación fue un simple error político ocasionado
por necesidad u obligación para permitirle su permanencia y supervivencia en el
profesorado, como fue el caso de muchos profesores y profesionales alemanes, o bien si la
ideología nacional-socialista estaba entroncada en las bases de su pensamiento filosófico,
fue siempre tema de controversia y sus escritos solo lo mencionan tangencialmente.
En marzo de 2014 se publicaron en alemán los Cuadernos Negros del filósofo; varios
volúmenes de notas personales manuscritas escritos entre 1934 y 1945, y que había
ordenado su publicación en forma póstuma y como culminación de su vastísima obra. Peter
Trawny, Profesor de Filosofía de la Universidad de Wuppertal y Director del Instituto
Heidegger de esa Universidad, fue el encargado de compilar y editar los primeros 14 de los
33 cuadernos mencionados. Es interesante destacar el impacto y la sorpresa de Trawny al
tomar conocimiento de los comentarios profundamente antisemitas vertidos por Heidegger
en sus cuadernos, conceptos que según este autor son tan originarios como algunos de sus
pensamientos filosóficos, por lo que su proyección adquiere entonces una dimensión
temible y que Heidegger mantuvo siempre en secreto.
En una entrevista con la prensa alemana, traducida y publicada en Le Monde el 19 de
febrero de 2014, Trawny dice: “Nadie pudo sospechar el antisemitismo trasmutado en
filosofía; qué habría pensado de Martin Heidegger por ejemplo un Paul Celan si hubiera
leído los Cuadernos Negros”.
¿Quién es este Celan a quien Trawny da tal relevancia?
Paul Celan fue un poeta judío, nacido en Rumania, de habla alemana, sobreviviente de los
campos de concentración y considerado como uno de los mejores poetas en lengua
alemana de la segunda mitad del siglo XX.

 

En 1948 Paul Celan publica en alemán con el título en rumano el poema TANGOUL MORTII
(Tango de la Muerte), Todesfuge en alemán, incluido en el poemario Amapola y Memoria
(Mohn und Gedächtnis), que es el paradigma de la belleza y del espanto:
Leche negra del alba te bebemos de tarde
te bebemos al mediodía y en la mañana
te bebemos de noche
bebemos y bebemos
Cavamos una tumba en el aire
donde no estamos encogidos
Un hombre vive en la casa
juega con las serpientes
escribe cuando oscurece a Alemania
tu pelo de oro Margarete
escribe y sale de la casa
y brillan las estrellas y silba a sus perros
silba a sus judíos
y los manda a cavar una tumba en la tierra
y nos ordena ahora toquen para bailar
Leche negra del alba te bebemos de noche
te bebemos de mañana y al mediodía
te bebemos de tarde
bebemos y bebemos
Un hombre vive en la casa
y juega con las serpientes y escribe
y escribe cuando oscurece a Alemania
tu pelo de oro Margarete
tu pelo de ceniza Sulamith
cavamos una tumba en el aire
donde no estamos encogidos
grita
caven mas hondo canten unos toquen otros
y empuña el acero del cinto
lo blande
sus ojos son azules
hundan mas hondo las palas
toquen unos bailen otros
Leche negra del alba te bebemos de noche
te bebemos de mañana y al mediodía
te bebemos de tarde
bebemos y bebemos
Un hombre vive en la casa
tu pelo de oro Margarete
tu pelo de ceniza Sulamith
Un hombre juega con las serpientes
grita toquen más dulce la muerte
La muerte es un maestro de Alemania
y grita toquen más oscuro los violines
luego ascienden al aire
convertidos en humo
solo entonces tienen una tumba en las nubes
donde no están encogidos
Leche negra del alba te bebemos de noche
te bebemos al mediodía
la muerte es un maestro de Alemania
te bebemos en la tarde y de mañana
bebemos y bebemos
la muerte es un maestro de Alemania
sus ojos son azules
te alcanzan sus balas de plomo
te alcanzan sin fallar
un hombre vive en la casa
tu pelo de oro Margarete
lanza sus mastines contra nosotros
nos regala una tumba en el aire
juega con las serpientes y sueña
la muerte es un maestro de Alemania
tu pelo de oro Margarete
tu pelo de ceniza Sulamith
En Tangoul Mortii (Todesfuge), profundamente angustiante aun en su versión en español,
Celan describe, carente de toda forma metafórica como él mismo aclara, cómo fueron
obligados los judíos en los campos de exterminio a tocar música, incluso a bailar, mientras
cavaban sus tumbas o eran conducidos a la muerte. Este poema fue inspirado seguramente
en el tango “Plegaria”, de Eduardo Bianco, ejecutado por las orquestas de prisioneros
formadas en los mismos campos y que Celan tuvo oportunidad de escuchar durante su
confinamiento en el campo de concentración. Con este poema, estremecedor, expresado
como una forma de tango, el tango de la muerte, clásico actual de la literatura alemana, se
descubre otro tango, un tango que no conocía, un tango sin abrazo, un tango que evoca la
angustia y el dolor.
Paul Ancel o Anchel (Celan es un anagrama) nació en 1920 en Chernitvsi, entonces Rumania,
de familia judía de habla alemana. Viajó a Tours en 1938 a estudiar Medicina, al año volvió
a su tierra donde estudió Literatura y Lenguas Románicas. Con la ocupación en 1941 de
Chernitvsi por las tropas alemanas se crea un ghetto donde fueron agrupados los judíos de
la ciudad. En 1942 Celan y sus padres fueron deportados a campos de trabajo en Moldavia,
lugar donde mueren su padre y su madre. Paul Celan fue liberado en 1944, se trasladó a
Budapest y posteriormente a París. En 1948 obtuvo la ciudadanía francesa y trabajó como
profesor de alemán en la Escuela Normal Superior.
Su obra incluye mas de 800 poemas agrupados en diversos poemarios. Escribe en idioma
alemán, el idioma de sus verdugos, dirían algunos. El filósofo alemán Theodor Adorno había
dicho que luego de Auschwitz era imposible escribir poesía; Celan dice al respecto: “[…] algo
sobrevivió en medio de las ruinas, algo accesible y cercano: el lenguaje; sin embargo el
lenguaje mismo tuvo que abrirse paso a través de su propio desconcierto, salvar los espacios
donde quedó mudo de horror, cruzar por las mil tinieblas que mortifican el discurso. En este
idioma, en alemán, procuré escribir poesía. Solo por hablar, orientarme, inquirir, inspirar la
realidad. De este modo la poesía esta siempre en camino hacia la lengua adánica”. Y en otro
pasaje: “Sigo escribiendo en alemán, es lo único que me quedó después de tantas pérdidas.
Solo en la lengua materna uno puede decir su verdad”. En el poema “A un lado de las
tumbas” escribe Celan: “¿Me permites madre como ayer, ay, en casa, la discreta, dolorosa
rima alemana?”.
Paul Celan recibió en 1960 el Premio Büchner en Alemania. En 1970 se suicidó en París
arrojándose al Sena.

CHERNITVSI
Chernitvsi (Czernowitz) no fue solo la cuna de Celan, sino además de las poetisas Selma
Meerbaum-Eisinger y Rosa Aüslander. Ninguna de ellas tiene relación directa con el tango,
pero por las circunstancias de su vida, su legado de tragedia que nos llega en forma de
poesía, merecen un tango que no existe, uno grandioso, valiente, conmovedor, libertario,
que bailaríamos en su homenaje.
Pensar y expresar este pensar en el lenguaje, en la poesía y además en la música es una
constante y una necesidad imperiosa en variadas situaciones límite, ya que permite
preservar y rescatar la “humanitas” del “homo humanus” cuando ésta se encuentra barrida
por la barbarie. Chernitvsi es un ejemplo de ello.
Chernitvsi fue considerada uno de los centros culturales del este de Ucrania, es parte de la
Galitzia de nuestros abuelos; “pequeña Viena”, la llamaban. Con el fin del imperio austrohúngaro
en 1918 pasó a formar parte del reino de Rumania. Estaba habitada por rumanos,
ucranianos, judíos, polacos, gitanos, tártaros. Pese al intento de imponer el rumano en ese
crisol de etnias y lenguas diferentes, el alemán continuó siendo el idioma de las clases más
ilustradas.
En 1941 el dictador Antonescu, aliado alemán, ordena la creación de un ghetto para alojar
a 50.000 judíos; dos terceras partes de los mismos fueron enviados luego a campos de
trabajo en Transnitria.
Selma Meerbaum-Eisinger, prima de Celan, comienza a escribir poesía a los 15 años y
continúa haciéndolo en el ghetto hasta que es deportada a los 17 años al campo de
concentración de Michailowska, donde muere al año siguiente. Escribe 57 poemas
manuscritos que logra salvar entregándolos a un amigo; llevan el título “Estoy envuelta en
nostalgia” (Ich bin in Sehnsucht eingehült). Quedó escrito con letra apresurada en el borde
del manuscrito: “no he podido escribir hasta el final”.
El siguiente es uno de sus poemas donde expresa dolor, enojo, rebeldía, premonición. En
su lengua original se puede apreciar su música y su ritmo, aun sin conocimiento del idioma
alemán:

Ich möchte leben            Yo quiero vivir
ich möchte lachen und lasten heben                 Yo quiero reír y levantar cargas
und möchte kämpfen und lieben und hassen     y quiero luchar y amar y odiar
und möchte den Himmel mit Händen fassen           y quiero tocar el cielo con las manos
und möchte frei sein und atmen und schrein       y quiero ser libre y respirar y gritar
ich will nicht sterben. Nein!               yo no quiero morir, No!
Nein                    No!
Das leben ist rot                 La vida es roja
Das leben ist mein             La vida es mía
Mein und dein            Mía y tuya
Mein              Mía
Selma escribió además: “lo que es más duro,… es saber que eres superflua,… que te
disuelves en la nada como el humo”.
Rosa Aüslander nace en Chernitvsi en 1901 y conoce a Celan en el ghetto; su primer
poemario (“El arco iris”) es publicado en 1939 con mínimo éxito; sobreviviente del
Holocausto, escribe poesía hasta 1987. Recién a los 75 años comienza el reconocimiento de
su obra. Muere en un hogar para ancianos en Düsseldorf en 1988.
Rosa escribió en alemán:
“Mi patria está muerta
la han enterrado
bajo el fuego
vivo en mi matria
la palabra.”
TANGO DEL GHETTO
La década del 30 es el momento de esplendor del tango, no solo en Argentina, sino en todo
el mundo y principalmente en Europa. Sus intérpretes eran argentinos, pero también una
pléyade de compositores e intérpretes locales. No solo en París y Berlín el tango compite
con otros ritmos de moda como el fox-trot, también en el este europeo el tango encuentra
un lugar de privilegio; se traducen diversas letras de tangos argentinos al idisch, polaco,
ruso, rumano, y también se componen letras de tango con la música de los ya conocidos o
bien se componen nuevas melodías para temas locales. Varsovia se convierte en un polo de
expresión tanguera y el tango se toca y baila en los numerosos cabarets de la capital polaca;
temas con ritmo de tango son incluidos además en las comedias y dramas teatrales que se
presentaban en distintas ciudades del este.
Muchos de los músicos, compositores e intérpretes en el este europeo eran judíos y gran
parte de ellos emplearon el tango como medio de expresión musical. El tango presenta
ciertos aspectos similares con la música judía klesmer y la canción folklórica idisch:
comparten todos ellos sentimientos de nostalgia, alegría y tristeza, por lo que no sorprende
que el tango encontrara una amplia aceptación en el público judío.
Músicos y compositores judíos de tango conocidos y apreciados fueron Henryk y Artur Gold,
Zygmund Bialostocki, Jersy Petersburki (autor del famoso “Tango Milonga” de 1928,
presentado en la revista musical Varsovia en las Flores en 1929), el violinista Paul Godwin,
Adam Aston (tango en polaco), Januz Poplawski y Wesolowski (tango de Ucrania).
Oskar Strok compuso varios tangos en idisch; lo hizo también en ruso para el famoso
cantante de origen gitano Piotr Leshchenko, entre ellos “Serdtse” (Corazón) y “Tatiana”.
Luego de la ocupación de varios países europeos por los alemanes y comienzo de la guerra,
en 1940 los aproximadamente 375.000 judíos de Varsovia son confinados y aislados en un
ghetto, a los cuales se suman varios miles de judíos deportados desde otras ciudades
vecinas, llegando la población del ghetto a 750.000 personas.
En 1940 se crea también el ghetto de Lodz y en 1941 los de Cracovia, Lublin y Lwow. En total
fueron creados más de 1000 ghettos en todos los territorios europeos ocupados por los
nazi. Muchos de ellos tuvieron una corta duración pues en poco tiempo sus habitantes
comenzaron a ser deportados a campos de trabajo y exterminio.
A pesar del hacinamiento extremo, la muerte por desnutrición, la falta de asistencia y de
servicios públicos, y las epidemias de tifoidea que diezmaban la población, resulta llamativa
la necesidad de muchos prisioneros de continuar con una actividad cultural y recreativa que
diera un sentido a la vida y hasta esperanza dentro de un cotidiano de hambre y de tragedia.
En el ghetto de Varsovia, por lo menos entre 1940 y 1942, año en que comienzan las
deportaciones, existían bibliotecas precarias, una orquesta sinfónica, cuatro teatros en
idisch, otros con producciones musicales en hebreo y polaco, y un conservatorio musical
entre otras formas de expresión cultural. Lo mismo se observa en otros ghettos importantes
de Alemania, Polonia y el este europeo. Menciona Julio Nudler la explosión de textos y
poesía producidos en ese período, dice “que no solo escribían los ilustrados, sino también
los semianalfabetos y analfabetos”. Nuevamente se destaca esa enorme necesidad de
expresar, y con ello preservar, emociones y pensamientos en situaciones de máxima
barbarie y degradación infligida al hombre por el hombre; esas líneas escritas podían ser el
último hilo que unían al sobreviviente con su “humanidad” comprometida en grado
extremo.
En forma similar existía la necesidad de la expresión musical y dentro de ella las
características del tango, en sus modos tristes y nostálgicos, determinaron que fuera una
de las formas más empleadas para transmitir esa búsqueda de trascendencia, rabia,
fatalidad, impotencia y dolor que caracterizó la vida en el ghetto. Viejos tangos de preguerra
con letras adaptadas a dicha realidad, nuevas melodías con canciones escritas en todas las
lenguas. Se compusieron en el ghetto tangos en idisch, en ruso, en polaco, en hebreo, en
francés, en alemán, en rumano.

TANGO EN VARSOVIA

El siguiente “Tango idisch”, muy conocido, fue escrito en el ghetto de Kaunas por Reuven
Tsarfat con la música de un famoso tango de preguerra y cantado en diferentes ghettos
(traducción de Eliahu Toker):
“shpil zhe mir a tango ois in idisch/
zol dos zain misnagdish oder jsidish/
az de bobele alein/ zol kenen dos farshtein/
un take a tentsele guein…”
“Toca para mí un tanguito en idisch/ sea ortodoxo o jasídico/
hasta la babele lo entienda/ y salga a dar un bailecito.
Toca, toca, musiquerito, toca/que un corazón judío se emociona,/
toca, te pido, con alma y fuego,/toca, te pido, un bailecito, toca.
Tócame entonces un tango sobre refugiados/
sobre un pueblo disperso, desperdigado/
y que chiquillos de cualquier edad/puedan entenderlo y bailarlo.
Tócame un tanguito entonces, pero no ario/
que no sea ario ni sea bárbaro,/un bailecito con alma y fuego,/
que el enemigo vea que todavía bailo.
Tócame un tango sobre la paz/sobre una paz que no sea solo un sueño/
en cuanto Hitler y su Reich sucumban,/qué bailecito nos vamos a bailar.
Toca, toca, musiquerito, toca/que un corazón judío se emociona,/
toca, te pido, con alma y fuego,/toca para mí un bailecito, toca.”

ORQUESTA EN EL GHETTO DE VARSOVIA

Entre los numerosos tangos y canciones de los ghettos, en idisch, se destacan:
“Friling” (“Primavera”), escrito en 1943 por Schmerke Kaczerginski en el ghetto de Vilna con
música de Avrom Brudno, luego de la muerte de su mujer Barbara.
“Makh tsu di eygelekh” (“Cierra tus ojos pequeño”) y “Kinder yorn” (“Infancia”), escritos en
el ghetto de Lodz por Dadvid Beygelman.
“Es iz geven un Zumertog” (“Fue un día de verano”), escrito por Rickle Glezer, niña del
ghetto de Vilna, donde describe el traslado de las familias al ghetto y las matanzas ocurridas
durante el camino en el bosque de Ponar.
“Shotns” (“Sombras”) y “Yisrolik”, de Leib Rosental, ghetto de Vilna.
“Dos transport yingl” (“El niño del transporte”), escrito por Kasriel Broydo.
“Farges mikh nisht” (“No me olvides”) y “Vu ahin zol ikh geyn?” (“¿A dónde voy?”),
compuestos por Oskar Strok.
Muchos de estos temas sobrevivieron a sus autores, muertos en su mayoría en los campos
de exterminio; la conservación de estos tangos en su mayor parte fue obra de Schmerke
Kaczerginski, poeta, compositor y partisano del ghetto de Vilna, sobreviviente del
Holocausto, quien compiló, transcribió y grabó mas de 200 temas musicales, entre ellos 38
tangos, de los ghettos de Vilna, Kaunas, Lodz, Bialystok, también de Auschwitz y que fueron
publicados en 1948.
Kaczerginski escribió acerca de la música en el ghetto: “En épocas comunes cada canción
probablemente habría viajado un largo camino hacia la popularidad, pero en el ghetto
observamos un fenómeno maravilloso, las obras individuales se transformaban en folklore
frente a nuestros ojos”.

DOS TANGO FUN OSVIENTCIM (TANGO DE AUSCHWITZ)
Con la llegada de los prisioneros mayoritariamente judíos a los campos de concentración y
exterminio también llegó la música a los mismos, de diferentes géneros y estilos, pero
donde siempre el tango estuvo presente.
Las autoridades nazis de los campos dieron orden de formar en cada uno de ellos desde
pequeñas bandas de música hasta orquestas de mayor envergadura, de acuerdo a la
disponibilidad de músicos llegados como prisioneros y a la existencia de instrumentos
musicales de heterogénea calidad y estado de conservación.
La necesidad primaria de ejecución de piezas musicales, sobre todo marchas, fue
contemplada por los nazis para ordenar la formación y marcha de los prisioneros del campo
por la mañana al dirigirse a los lugares de trabajo y a la tarde a la vuelta de los mismos; los
músicos debían estar en los sitios previstos luego del toque de diana ejecutando las piezas
musicales ordenadas y luego de dejar sus instrumentos marchar ellos mismos al lugar de
trabajo. Por la tarde ellos volvían primero, ocupaban su lugar y tocaban para agilizar el paso
de los prisioneros que regresaban exhaustos. No solo las marchas integraban el repertorio,
que fue en algún caso bastante reducido, sino también aires folklóricos y también tangos,
los cuales eran muy apreciados por los kapos y por los guardias SS. Hay referencias de que
al menos en Janowska y en Majdanek se tocaba el “Tango de la muerte”, la versión
“nazificada” del tango “Plegaria” de Eduardo Bianco, inspirador del poema de Celan.
En Janowska, paradigma de crueldad y sadismo, campo de concentración ubicado en el
suburbio de Lwow, al final de la larga calle Janowska y a poca distancia del pueblo de Rawa-
Ruska, lugar de doloroso recuerdo familiar, la orquesta debía tocar además fox-trots y
tangos en las sesiones de castigo y cuando los prisioneros cavaban sus tumbas y eran
asesinados en la colina Piaski, cercana a las barracas del campo. La orquesta del campo fue
integrada con destacados músicos judíos de Lwow y conducida por los directores Striks y
Mund del Conservatorio Estatal.
Si bien la pertenencia a las orquestas de los campos permitió en algunas circunstancias una
mayor probabilidad de supervivencia, no fue el caso con la orquesta de Janowska. En 1943
y ante la proximidad de las tropas soviéticas, el comandante del campo ordenó a los 40
músicos de la orquesta formar en círculo y mientras tocaban, uno a uno debían pasar al
centro, dejar su instrumento y ser ejecutado de un disparo.

ORQUESTA DE JANOWSKA

La orquesta de Auschwitz fue conformada en un primer momento con músicos prisioneros
no judíos, pero en razón de la pérdida progresiva de sus integrantes (los promedios de
sobrevida en el campo de concentración no eran demasiado prolongados) fueron
posteriormente admitidos músicos judíos que llegaban al campo procedentes de diversas
regiones de Europa, llegando a tener alrededor de 100 músicos y una alta calidad musical.
La orquesta fue dirigida en sus primeras etapas por músicos polacos y posteriormente por
Simon Laks, músico y compositor judío arrestado en París y deportado a Auschwitz en 1942.
En 1944 Laks fue trasladado al campo de Dachau donde fue liberado por los aliados. Escribe
sus memorias en “Melodías de Auschwitz” en 1991, donde hace referencia al tango
“Plegaria” de Eduardo Bianco.
La orquesta de Auschwitz tocaba diariamente a la salida y al regreso de los prisioneros de
su trabajo, además de ejecutar conciertos dominicales para las autoridades del campo,
otros en ocasión de visitas especiales de autoridades nazis y también en fiestas privadas de
los guardias SS. Hay referencias de sobrevivientes que escucharon y vieron tocar a la
orquesta en la rampa, a la llegada de los trenes de prisioneros, momento en que se
efectuaba la selección de aquellos que iban a morir de inmediato en las cámaras de gas.
La pertenencia a la orquesta aseguraba al músico mejorar su ración de comida y un trato
más considerado por parte de los guardianes, pero por sobre todo era una oportunidad de
supervivencia que no tenían los otros prisioneros.
Además de la mencionada, existían orquestas en otras secciones que integraban el
complejo Auschwitz-Birkenau: la orquesta de mujeres y la de hombres de Birkenau, la
orquesta del campo de gitanos, la orquesta del campo familiar de Theresienstadt y la
orquesta de Monowitz.
La orquesta de mujeres de Birkenau llegó a ser conducida por la violinista austríaca Alma
Rosé, de la Filarmónica de Viena, sobrina carnal de Gustav Mahler. Rosé muere en el campo
de fiebre tifoidea en 1944. Esta orquesta fue integrada, entre muchas otras, por Anita
Lasker-Wallfisch, Hilde Grimbaum, Julie Stroumsa, Esther Bejarano, Fania Fanelon y Violet
Jacquet Silberstein, gran parte de ellas sobrevivientes del Holocausto gracias a su
pertenencia a la orquesta.
Además de la música “oficial” ejecutada por estas orquestas, existía otra música
espontanea, clandestina, rebelde, superadora del hambre y del agotamiento, improvisada
cada noche en cada barraca por aquellos que se resistían a la pérdida del deseo de vivir.
Melodías litúrgicas judías, canciones del ghetto, canciones gitanas cantadas en familia en la
barraca de los Roma, canciones griegas, francesas, sefaradíes, polacas y por supuesto
tangos, tangos con nuevas letras, letras de ira, de protesta, de tristeza o de esperanza.
El siguiente tango, conocido para siempre como el “tango de Auschwitz” (Dos tango fun
Osvientcim), fue escrito por una niña desconocida muerta en el campo, con música de un
tango de moda:
“Tenemos tangos, fox-trots y melodías/
que antes de la guerra cantábamos y bailábamos/
canciones suaves, sonoras, con nostalgia/
que nos arrullaban la cabeza con amor/.
Ahora en guerra ya nadie hace canciones/
de aquellos años jóvenes en la ciudad/.
Canta, muchacha, una canción distinta/
de días y noches tras alambradas del campo/
nuestro tango de esclavas del campo de Auschwitz/.
Espuelas de acero de esas bestias, nuestros guardianes/
oh, libertad, los días de libertad nos reclaman”.
(transcripto gracias a la memoria de Irke Yanowski)
A BAILAR
La noche de baile y evocación en la vieja milonga termina lentamente; los tangos son
diferentes, mas íntimos y nostálgicos, tangos que se bailan con el cuerpo cansado y
satisfecho, las conversaciones se apagan y todos esperan ese tango que aun falta bailar
antes de entrar en la cálida sombra de la noche de Saavedra; cada cual conoce al suyo y lo
espera.
En 1943 fue compuesto el tango “A Bailar” justamente para cerrar la noche de la milonga.
Lo compuso Homero Expósito con música de Domingo Federico. Simplemente no funcionó
como se esperaba; “A Bailar” es un tango dulce pero vibrante, enérgico, que infundía
energía e incitaba a seguir bailando con emoción renovada. Su letra es la apropiada para la
noche de todas las Saavedras del mundo y merece ser escuchada.
La versión de Aníbal Troilo con la voz incomparable de Francisco Fiorentino de ese mismo
año puede considerarse imperecedera:
“¡A bailar, a bailar que la orquesta se va!
Sobre el fino garabato de un tango nervioso y lerdo se irá borrando el recuerdo…
¡A bailar, a bailar que la orquesta se va!
El último tango perfuma la noche, un tango dulce que dice adiós,
la frase callada se asoma a los labios y canta el tango la despedida.
¡Vamos a bailar!
Tal vez no vuelvas a verla nunca y el último tango perfuma la noche
y este es el tango que dice el adiós.
¡A bailar, a bailar que la orquesta se va!
Quedará el salón vacío, con un montón de esperanzas
que irán camino al olvido.
¡A bailar, a bailar que la orquesta se va!”

Este es el tango de siempre, el tango de la caricia y de la evocación, habla de perfume y de
esperanza, habla de despedidas y recuerdos borrados. Este tango dulce no conoce la
angustia y el desgarro. Este tango no sabe que ya no hay olvido, que todos aquellos que
pudieron ser los llevamos adentro, viven en nuestra memoria.
Qué lejos estamos esta noche de ese otro tango, el tango sin abrazo; que cerca estamos del
dolor y del espanto que habitará siempre en nosotros.
REFERENCIAS
Peter Trawny. “Heidegger et l’antisemitisme”. Le Monde. 2014
Lloica Czackis. “El tango en idisch, su contexto histórico”
Julio Nudler. “Tango judío”. Editorial Sudamericana. 1998
Shmerke Kaczerginski. “Lider fun di getos un lagern”. N.York. 1948
Simon Laks. “Melodies d’Auschwitz”. 1991
Música del Holocausto. Yad Vashem. Jerusalem.
Museo Conmemorativo del Holocausto. USA.
Holocaust music. World ORT. Londres
Comentario para el lector: todos los tangos mencionados pueden ser
escuchados en distintos archivos de la web.