Los primeros en arribar a la Ciudad Luz fueron Alfredo Gobbi y Ángel Villoldo, contratados por un acuerdo entre una conocida grabadora francesa y la Casa Harrods. En 1908 grabaron dos tangos: La Morocha y El Choclo. Ese año como exhibición se bailó presentándolo como una nueva danza en un teatro parisino.- Dos años más tarde llega el escritor y poeta don Ricardo Güiraldes (extravagante personaje de las noches porteñas en las encumbradas esferas sociales); muy bailarín y junto a sus amigos, organizaron fiestas y tertulias en aquel París de la “belle époque”, provocando una gran sensación ya que a los franceses les atraía la sexualidad de las parejas al bailarlo, una sensualidad enérgica, vigorosa, que nunca antes habían visto en otras danzas.- “el tango, es tango justamente porque se trata de dos personas que abrazadas realizan figuras con coreografías distintas, arreglándose para realizar una sola danza en la cual se improvisa todo el tiempo. Y este es el secreto de su éxito y fue la principal innovación que ofreció al mundo.- Por 1913 la “tangomanía” se había adueñado de la alta sociedad parisina, y estaban de moda los “Tes-tango” de 16.oo a 19.oo horas, y entrada la noche los “cena-tango” y hasta los “champagne-tango”.- También los perfumes, jabones, vestidos y trajes tenían por nombre al tango, para las mujeres la moda eran las polleras con tajos, denominadas jupes culottes que permitía bailar con mayor facilidad.- El embajador argentino en Francia, negó el uso de sus salones para hacer una reunión para gente de tango, aclarando que “el tango no concordaba con lo moral, y que pertenecía a las clases sociales más bajas”
ANCLAO EN PARIS – RUBEN JUAREZ – ( G. BARBIERI – E. CADICAMO )
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