Fiorentino fue sin duda el arquetipo del cantor de la orquesta, concepto que describe sintéticamente la principal característica del tango de los años cuarenta, donde el cantor era un integrante de la formación al igual que los músicos.
Fiorentino y Troilo conformaron un afiatado engranaje, un acople perfecto donde la orquesta se lucía en una larga introducción para luego generar el marco adecuado y necesario para que el cantor se destacara.
Su vida artística junto a Troilo duró seis años, debutó el primero de julio de 1937, en el cabaret Marabú y se desvinculó en marzo de 1944.
Pese a su corta vida, su trayectoria en la música fue extensa y cambiante. Comenzó tocando el bandoneón, recibió el instrumento como regalo de su hermano Vicente y comenzó a estudiar en el Conservatorio de Minotto Di Cicco, destacado ejecutante uruguayo que fue durante años primer bandoneón en la orquesta de Francisco Canaro.
Sus primeras presentaciones las hizo en conjuntos que integraba junto a su hermano Vicente, que era violinista, actuando en cines y cafés de todo el país, al mismo tiempo comienza a cantar como solista en algunas emisoras de radio y en otros escenarios porteños.
En 1928, se le da una gran oportunidad al ingresar como bandoneonista en la orquesta de Francisco Canaro, quien se da cuenta de las cualidades de Fiorentino dejándolo actuar en algunas ocasiones como estribillista.
A partir de entonces continúa en esa doble función de bandoneonista y estribillista integrando numerosas orquestas —Juan Carlos Cobián, Roberto Firpo, Pedro Maffia, Juan D’Arienzo, Roberto Zerrillo, Minotto Di Cicco— y colaborando en grabaciones y actuaciones radiales.
En 1934, siendo estribillista de la orquesta de Roberto Zerrillo, produce el singular hecho de cantar un tango con la letra completa en la grabación del tema “Serenata de amor” del propio Zerrillo y Oreste Cúfaro. Se vislumbra el fin de la era de los estribillistas para dar paso a la nueva etapa de los cantores de orquesta.
Luego de su etapa con Troilo, punto culminante de su carrera, Fiorentino formó su propia orquesta, que fue dirigida y arreglada por Astor Piazzolla, con la cual, pese a grabar 22 temas, no obtuvo los resultados esperados.
El dúo Fiorentino-Piazzolla fue vanguardía para su época, y en esta primera experiencia en la dirección orquestal, Astor ya está preanunciando su propuesta renovadora junto a un Fiore maduro y entero.
La declinación fue lenta pero inevitable, pasaron más de diez años de su debut con Troilo y el fin de los años cuarenta lo encuentran deambulando en muchas orquestas importantes, como las de José Basso y Alberto Mancione entre otras, pero ya sin la resonancia de antaño y dejando en el disco algunos registros.
Muere el 11 de septiembre de 1955 a raíz de un accidente en la provincia de Mendoza.
GARUA – A. TROILO – F. FIORENTINO – ( E. CADICAMO – A. TROILO )
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