BAILEMOS – ALBERTO MORAN

 

En el Congreso de la Unión Postal Universal llevado a cabo en Buenos Aires en 1939, se propuso una nueva categoría de envío postal: el Servicio Fonopostal.

Este servicio consistía en el envío por correo de discos de acetato grabados, que el destinatario podía escuchar en su tocadiscos. Pensado como forma de acercar el correo a quienes no sabían leer o escribir, su elevado costo lo terminó convirtiendo en una excentricidad.

Para la grabación de los discos, el remitente debía acercarse a una oficina de Correos que estuviese habilitada para el servicio fonopostal. En el Correo Central de Buenos Aires se instalaron varias cabinas e incluso se implementó un servicio ambulante, con una cabina instalada sobre la parte trasera de un camión, para llegar a los barrios más alejados.

Además del servicio común, donde el remitente grababa un disco de 80 gramos, existía el servicio de esquela fonopostal donde se grababa un mensaje más breve, en discos de 20 gramos. Además, el envío «con respuesta paga» donde el remitente grababa una cara del disco con su mensaje y el destinatario podía grabar la respuesta en la otra cara y devolver el disco sin costo. No lo puedo confirmar pero supongo que para estos tres servicios eran las diferentes tarifas de $1,32, $1,18 y $1,50. (Una carta simple nacional costaba $0,05)

 

Su primer disco fue un fonopostal, grabado directamente en el Correo .Se le, ponía una estampilla en el hueco grabado y se enviaba. Costaba $ 1.18. Fue un invento argentino. Allí grabó Como se pianta la vida y Humillación.

Por aquel tiempo tambien andaba de serenatas, un amigo le sostenía una vela para que pudiera ver la letra que llevaba anotada.Si había un viento fuerte se suspndía la serenata.

Un día se coló en un recital qwue daba una conocida cancionista, Olga Norton, en un club de Avellaneda. Un amigo de él convenció al locutor que lo dejara subir al escenario en los intermedios.

Como se llama le dijo, asi lo anuncio

Y… digame Alberto Román, pero el locutor se confundió y lo presentó como Alberto Morán, y esa noche cantó Yuyo Verde de D. Federico y Expósito, , fue ovacionado como nunca lo había soñado. Cuando bajó le dijo al amigo, viste Antonito, me anunció como Alberto Morán, la verdad que me gusta más.

Fue el cantor que más hinchada llevaba, especialmente las mujeres se volvían locas por él.